¿HEMORROIDES?

“ES IMPORTANTE HACER DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL CON EL CÁNCER DE COLON Y RECTO”.

recto

La enfermedad hemorroidal (hemorroides) representa una de las patologías más frecuentes en América, se estima que cerca del 50% a 75% de la población general la presenta en algún momento durante su vida.

 

    Es causada por un aumento en el tamaño de los plexos vasculares hemorroidales internos y/o externos lo cual los clasifica en enfermedad hemorroidal interna, externa o mixta.  Algunas causas que condicionan la aparición de enfermedad hemorroidal son:

 

1) El estreñimiento con aumento en el esfuerzo al defecar (al evacuar las heces fecales del recto).

 

2) El embarazo (asociado a los cambios hormonales) y el parto.

              

3) Tiempos prolongados en posición de pie y/o sentado (especialmente en el baño).

 

4) La tercera edad (por disminución del tejido anal de soporte).

 

    Algunas de las manifestaciones que más comúnmente se presentan son el prolapso de las hemorroides (salida por el ano), la rectorragia (hemorragia anorectal), dolor anal, prurito anal (comezón), manchado mucoso, entre otras.  

 

    Es importante descartar otras enfermedades colorrectales (del colon y recto) entre las cuales se encuentran fisura anal (cortadas en el ano), infecciones, abscesos (acúmulos de pus) y muy especialmente las neoplasias (tumores malignos como el cáncer) ya que especialmente la última puede cursar con cualquiera o todas de estas sintomatologías.

 

    Uno de los recursos más importantes para confirmar la enfermedad hemorroidal (principalmente la interna) así como descartar algunos otros tipos de enfermedades colorrectales es la colonoscopia con toma de biopsias, la cual debe de realizarse desde el inicio en que se presente el cuadro clínico permitiendo hacer un diagnóstico certero y en casos específicos incluso efectuar tratamiento definitivo en algunas otras enfermedades colorrectales.

 

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    El tratamiento de la enfermedad hemorroidal contempla diferentes aspectos y depende directamente del agente causante así como el descartar otras enfermedades que pudieran confundirse con ella, por lo cual es de suma importancia el diagnóstico preciso y lo más recomendable es acudir con oportunidad a atención médica por un gastroenterólogo  (médico clínico con una especialización en el estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del aparato digestivo, hígado y vías biliares).