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¿Qué es Helicobacter pylori?

Es frecuente la asociación de algunas enfermedades del estómago a la infección concomitante por el Helicobacter pylori, pero, ¿Qué es éste agente?, ¿Cómo lo adquirimos?, ¿Es un parásito, hongo o bacteria?, ¿cómo nos enferma?

En los últimos años se ha estudiado la relación entre algunas de las enfermedades del estómago y una bacteria llamada Helicobacter pylori, descrita por primera vez en 1980 por los doctores Marshall y Warren quienes documentaron la relación de las úlceras gástricas con la presencia de una bacteria, por lo que concluyeron que este microorganismo es un factor asociado en la enfermedad. Al principio creó escepticismo, tiempo después fue aceptado y en el año 2005 fueron acreedores al Premio Nobel de Medicina por su descubrimiento.

El Helicobacter pylori es una bacteria microscópica, con forma de espiral, cuenta con cinco flagelos, los cuales le permiten penetrar y moverse en la mucosa gástrica. Se estima que el 50% de la población mundial adulta tiene está infectada por Helicobacter pylori. En los países desarrollados el porcentaje fluctúa entre un 50% a 60% de la población en general, en tanto que en aquellos en vías de desarrollo el porcentaje varía entre un 80% a 90%. La infección se adquiere entre los 5 a los 20 años de edad, siendo más susceptibles durante la infancia.

La bacteria se aloja en la mucosa gástrica y logra permanecer allí durante muchos años causando un daño progresivo, por lo cual es considerada actualmente la infección de más larga duración en el ser humano.

Los síntomas por infección por H. pylori no son específicos, es decir son inespecíficos y se confunden con alguna otra enfermedad del tubo digestivo alto. La severidad de los síntomas no se correlaciona con la severidad de la infección, ni tampoco con la gravedad de la enfermedad asociada, por lo que se debe tratar de manera independiente y simultanea una enfermedad propia de la mucosa gástrica o duodenal y la infección por Helicobacter pylori.

El porcentaje de asociación de algunas enfermedades con el Helicobacter pylori es variable, a manera de ejemplo enumeraremos algunas:

Gastritis crónica activa 98% Úlcera gástrica 50 – 60% Úlcera duodenal 80 – 90% Cáncer gástrico 80% Linfoma gástrico 100%

Los síntomas de estas enfermedades son muy similares, los pacientes los refieren como “ardor de estómago”, “agruras”, mal sabor de boca, fatiga al levantarse, dolor de cabeza tipo migraña en forma intermitente, entre otros. El paciente se encuentra tan acostumbrado a estos síntomas, que puede pensar que “es normal” pero esto favorece a que la evolución natural de la enfermedad continúe (progresión de la enfermedad a libre evolución).
El mejor método diagnóstico para documentar la presencia de Helicobacter pylori es la realización de esofagogastroduodenoscopia (endoscopia superior, panendoscopia, gastroscopia, endoscopia alta) con toma de biopsias, la cual consiste en la introducción por vía oral (por la boca) hasta el duodeno (primera porción del intestino) de un “tubo flexible muy delgado” el cual tiene en la punta una “pequeña cámara” la cual nos permite ver la superficie mucosa, además también permite por un canal accesorio del mismo aparato la introducción de instrumentos que facilitan la realización de procedimientos terapéuticos (tratamiento de úlceras, pólipos, etc.), por ello no solo documenta la presencia de Helicobacter Pylori sino también nos ayuda a diagnosticar o descartar algunas otras patologías mucho más “serias” con las cuales se puede confundir su sintomatología como por ejemplo las mencionadas úlceras o el cáncer entre otros.

El tratamiento para erradicar la bacteria va de la mano con el tratamiento de la enfermedad asociada a la infección. Es necesario un tratamiento con varios antibióticos administrados simultáneamente, ya que la bacteria es de difícil erradicación y es importante también, una vez terminado el tratamiento, realizar de ser posible un examen para confirmar su eliminación ya que aun utilizando los medicamentos más efectivos, en ocasiones es de difícil la eliminación y la presencia de la bacteria impide la recuperación completa. El porcentaje de reinfección después de la erradicación varía de acuerdo al país, nivel socioeconómico y condiciones higiénicas, el índice de recurrencia anual global es cercano al 5%.