Colitis Nerviosa
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¿Realmente qué es la colitis nerviosa?
El sufijo itis quiere decir “inflamación” lo cual significa infiltración en un tejido de células inflamatorias lo que no ocurre en la patología llamada síndrome de intestino irritable la cual anteriormente se denominaba erróneamente como “colon espástico”, “colon nervioso” o lo que es peor “colitis nerviosa”.
Definición:
El síndrome de intestino irritable es uno de los trastornos funcionales digestivos más frecuentes, afecta de 15% a 20% de la población general y es más frecuente en mujeres.
Cuadro clínico:
- Dolor abdominal: los pacientes lo describen como “vago”, “sordo”, “cólico”, “como retortijón”, acompañado de “deseos de evacuar”, “de expulsar gases” o “como un espasmo persistente”.
- Alteraciones en las características de las evacuaciones o hábito intestinal: caracterizado por predominio de constipación o estreñimiento, predominio de diarrea, alternante o mixto (a veces diarrea y a veces constipación o estreñimiento).
- Síntomas o signos asociados: distensión o meteorismo abdominal (el paciente siente que se infla el abdomen), flatulencia (gases intestinales).
- Ansiedad (nerviosismo) y depresión (decaimiento emocional)
- Otros síntomas: náusea, vómito, cefalea (dolor de cabeza), fatiga crónica, alteraciones urinarias, dolor en hueco pélvico, el cual frecuentemente lo confunden con dolor de la matriz u ovarios llegando incluso a la histerectomía (cirugía en la cual se “quita” la matriz) o que lo confunden con cólico vesicular por colecistitis (dolor de la vesícula por inflamación) llegando incluso a efectuarse colecistectomía (cirugía en la cual se “quita” la vesícula biliar).
Diagnóstico y tratamiento:
La atención correcta en estos pacientes contempla diferentes aspectos para determinar el agente causal así como el descartar otras enfermedades que pudieran confundirse por la similitud en la sintomatología (por ejemplo cáncer de colon, cáncer de recto y divertículos entre muchas otras), por lo cual es de suma importancia un protocolo de estudio profesional que nos lleve al diagnóstico preciso y consecuentemente a un tratamiento específico, por lo que lo más recomendable es acudir con oportunidad a atención medica por un gastroenterólogo (médico clínico con una especialización en el estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del aparato digestivo, hígado y vías biliares), de esta manera cada paciente será valorado en forma individual de acuerdo a sus antecedentes, sintomatología, factores de riesgo y datos de alarma logrando establecer un plan diagnóstico y terapéutico con mayor índice de éxito al ser el requerido en cada caso.